Un homenaje a uno de los murciélagos más misteriosos del Neotrópico. El Murciélago Fantasma Norteño (Diclidurus albus), reconocido por su pelaje blanco fantasmal, pasa el día oculto en huecos de árboles altos, palmas secas, grietas de troncos o en la cara interior de hojas grandes como las de heliconias y platanillos, donde su color pálido lo camufla perfectamente.

Al caer la noche emerge en silencio sobre los bosques húmedos, cazando insectos con precisión sorprendente. Su rareza y hábitos discretos lo convierten en una especie excepcional que necesitamos estudiar y proteger para las futuras generaciones.